martes, 4 de noviembre de 2008

UN MEME


La abuela giro la llave que conducía a la boardilla, abrió la puerta y los niños se quedaron boquiabiertos, era enorme, subieron las cuatro escaleras que llevaban hasta la planta y se quedaron estupefactos, menuda imagen. Ante ellos la enorme sala guardaba una hilera de camas a cada lado de la habitacion y en el fondo un enorme balcón cerrado, dejaba pasar, por sus cristales de colores, una suave luz de atardecer, que convinada con la luz de las otras ventanas, la estancia parecía un cuento de hadas. Empezaron a caminar por el centro, y los colores iban cambiando al son del sol que la iluminaba. De pronto, la anciana se paro delante de una cama. " Esta era mi cama de joven"- les dijo a los muchachos. A los pies de ella, como en cada una de las camas, un enorme baúl guardaba unos recuerdos. La anciana levantó la sabana que lo cubría, y encima de él se pudo leer:
" las cosas de WENDY", Simón y Oscar, de 6 y 8 años respectivamente, corrieron a abrirlo, en él, sus secretos se escondían debajo de una manta, solo encima podía verse un cuento." Nos lo lees abuela?" - dijo Simón, " Si si ", replico Oscar. Wendy sonrió y se miró a su nieta que todavía no había abierto boca, "¿ Quieres que lo lea Pili?" . Pili, la mayor de sus nietos, que contaba ya con 10 años afirmó con la cabeza, y la anciana cerró el baúl y se sentó encima, el resto se sentó a sus pies, y Wendy abrió el libro:

" 6 PEQUEÑAS SONRISAS PARA PODER SONREIR, UNA PARA CADA SENTIDO"

Sabeis que es más importante que una sonrisa, nada, nada vale tanto como eso, es un pensamiento alegre, asi que ahí están mis sonrisas.

Una sonrisa para la vista: Ver aquello que me emociona, la risa de un niño, una flor en Mayo, Las carcajadas de los ancianos en el parque mientras sus nietos juegan a la pelota. Risas sinceras, de complicidad, de emociones..todas ellas,verlas, me hacen sonreir.

Una sonrisa para el tacto: abrazar en un enorme abrazo a los seres que más queremos, un abrazo sincero, de reencuentro, de amistad, de paz. Abrazar y ser abrazado... todo eso me hace sonreir.

Una sonrisa para el gusto: Saborear ese café imaginario, o esa taza enorme de chocolate caliente, en una buena compañía, porque el sabor del momento no lo da ni el café, ni el chocolate, solo la compañía del que te acompaña, con sus risas y sus todos... todo eso me hace sonreir.

Una sonrisa para el olfato: Oler los cambios de estación, la brisa, las tormentas, el olor a tierra mojada, los cambios de olor de los cuerpos en contraste con sus emociones....todo eso me hace sonreir.

Una sonrisa para el oido: Oir todos los sonidos del universo, esos que apreciamos con solo escuchar, y esos que solo se oyen cuando dejamos de prestar atención, oir un pájaro por la mañana, o una simple nota musical, oir melodías inconecsas, o esas que dan un giro a tu vida...todo eso me hace sonreir.

Y una sonrisa para mi último sentido: Ese que hace que nunca deje de soñar, de reir y de ser yo mismo, soñar despierto y dormido, soñar en mis cosas y en las de los demás, esas que tanto necesitamos y muchas veces no alcanzamos,...todo eso me hace sonreir.

Os dejo un poco de polvo de hadas, para que si alguna vez dejáis de sonreir os puedan, al menos, hacer soñar. " "

Wendy cerró el libro, y sus nietos seguían con la boca abierta, ella sonrió y les abrió de nuevo el baúl, " Anda, coged lo que más os guste y corred hacia una cama, hoy dormiremos aquí". Todos se avalanzaron hacia el baúl, Simón cogió una espada pirata, y empezó a saltar de cama en cama, temblad temblad, jajajajaja, Oscar miró a su abuela, "Estas plumas son de indio auténtico?" Al responderle que sí, Oscar se colocó el plumage en la cabeza y empezó a danzar una danza que para él era la de invocar a los espíritus de la lluvia, pero nada parecido a la realidad, " Y tú querida que vas a escoger? ". " Aiss no se abuela, hay tantas cosas, peines de sirenas, ese hermoso vestido azul con el lazo blanco...Y esa cajita, Que tiene esa cajita?" , Wendy le acercó la cajita y se la puso frente a su carita. " Esa cajita tiene un beso, nunca se ha abierto , así que dentro sigue estando un beso", Pili la cogió entre sus manos y sonrió, le sacó el lazo rojo y abrió la caja, introdujo su meñique en ella y sacó un dedal, Pili sonrió, era precioso, lleno de hadas incrustadas en sus laterales.

"Bién , todos a dormir..."

En menos de 10 minutos todos estaban durmiendo en sus camas, Wendy se acercó uno a uno y les besó la frente mientras les echaba un poco de los polvos que el cuento guardaba. Se acercó hasta el enorme ventanal, las estrellas brillaban ya en el cielo, lo abrió de par en par, y miró al horizonte....la estrella del norte brillaba como siempre, pero a su lado otra estrella parecía que hoy se iluminaba más.

Wendy se sentó en la vieja mecedora mirando a la ventana, quería vivirlo por última vez...y se quedó sentada esperando, sus párpados se cerraban, ya no tenía tanta vitalidad como para aguantar toda la noche despierta...en su último parpadeo le parecio ver una lucecita reboloteando delante de sus ojos.. oyó una bocecilla que decía:"Peter, ya está dormida". Una brisa de primavera entró por la ventana, Wendy le oyó perfectamente acercarse a su oido, "Voy a hacerles vivir una aventura fantástica Wendy, como siempre" Ella sonrió en sueños, sabía que el regalo a sus nietos sería fantástico vivirlo.